No os descubro nada nuevo cuando os digo que
el washi tape engancha. Es que coges un rollo, comienzas pegándolo en lo que tienes más cerca y al poco tu vida se convierte en un desfile de cuquismos. Es lo que le ha pasado a Ana alias
Madame Tafetán, que ha entrado en el bucle de washitapeación
y aún no sabe cómo va a salir. Primero fue un bolígrafo:
Pero pronto
entraron otras cosas en su radar y se lanzó a personalizarlas con presteza y alegría:
Y en esas estamos, deseando ver su nueva obra y disfrutarla. ¿Os ha pasado a vosotros?
0 comentarios:
Publicar un comentario
Mis washis son tus washis